martes, 1 de agosto de 2017

Tomas Moro




Características más relevantes:

Moro nació en Londres, en el barrio de Cripplegate (en la Milk Street), cercano a la puerta norte de la antigua Ciudad amurallada, de familia de mercaderes: su abuelo paterno era un próspero panadero y el materno, fabricante de velas y candiles, prueba de la pujanza de la nueva burguesía urbana y de su movilidad social siendo que el el padre de nuestro personaje, John More, a pesar de quedar muy pronto huérfano y a cargo del negocio familiar, logró sacar adelante a su familia y, ya casado y con hijos, estudiar Derecho en la prestigiosa Lincoln’sInn, para terminar su vida como juez, aunque estudió Derecho, su interés se centró en la ciencia, la teología y la literatura, escribió comedias y estudió la literatura griega y latina, aun que no fue un educador, su pensamiento tiene repercusiones en el campo de la educación.


Una repercusión que sobresale a primera vista es la educación centrada en el seguimiento de la conciencia, en este sentido su proceder estuvo profundamente marcado por el seguimiento de convicciones, por las cuales incluso dio su vida. fue un político y escritor inglés conocido por su postura religiosa contraria a la del Rey Enrique VIII que le costó la vida.


En 1499 decidió hacerse monje en la congregación de los Cartujanos, cuatro años más tarde, Moro abandonó esta idea e ingresó en el Parlamento, sin duda fue su enorme influencia sobre Tomás y la resolución de su carácter y los determinantes de la profesión jurídica de este mismo, decimos profesión, en lugar de vocación porque, en efecto, parece que al joven Moro le sedujeron más, inicialmente, las artes liberales que la jurisprudencia pero la influencia de Juan Moro en la formación de su hijo fue determinante.

Desde joven fue un hombre exageradamente religioso, interesado por los acontecimientos políticos de su tiempo, formo parte de la  membrecia del Parlamento en 1504, desempeñó durante algunos años diferentes cargos en el Gobierno, en 1514, fue administrador de legados; en 1521, tesorero de Hacienda; en 1523, speaker de la Cámara de los Comunes y, en 1529, sucedió a Wolsey en el puesto de canciller.

Fue un buen súbdito de la corona, pero se opuso al rey en lo referente a las cuestiones de supremacía de poderes y al divorcio, en 1532, al aprobarse la ley que privaba al Papa de los primeros ingresos del año por beneficios, renunció al Gran Sello, abandonando su trabajo en la Corte, a pesar de los intentos que el rey de Inglaterra realizó para conseguir de nuevo su colaboración, Tomás Moro, como católico y antirreformista, no retrocedió en ningún momento, perdiendo con su decisión los favores y protección del monarca fue hasta 1534, ante su negativa a reconocer al rey como jefe supremo de la Iglesia de Inglaterra, es hecho prisionero y encarcelado en la torre de Londres, acusado de alta traición, tuvo que comparecer ante los tribunales; fue considerado culpable y, después de un año de prisión, decapitado.




Al humanismo del norte de Europa se le ha catalogado como el «renacimiento de las buenas letras»  en el sentido de educar de manera sonriente, haciendo de la literatura algo instructivo pero al tiempo agradable, divertido. De ahí fue el entusiasmo de Moro y Erasmo por los Diálogos de Luciano de Samosata, a los que luego he de referirme, o los propios títulos de las obras: Encomium Morae Utopía.

Tomás Moro fue el creador del tan apasionante género de las utopías o representaciones de estados y situaciones imaginarias con el fin de poder realizar y hacer realizar experimentos mentales insospechados., Moro nos muestra, irónica y sarcasmo de cómo funcionaba la justicia en Inglaterra, además nos explica el origen económico de las injusticias sociales, repone una serie de remedios a este tipo de problemática, sin encontrar en ninguno de ellos la verdadera solución a tales injusticias, y afirma rotundamente que la única vía posible para superar la iniquidad social siempre motivada por cuestiones económicas, es la abolición absoluta de la propiedad privada, que es, en definitiva, el eje de todo proceso socio-económico.

Referencias: 



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